lunes, 18 de mayo de 2009

Preámbulo a las instrucciones para amar y dejar por un pasado (y seguir amando igual)


 


-       … Y siempre he tenido esa clase de problema, creo que es muy difícil llevar una relación, pero en mi caso es aún más. Porque una pareja siempre requiere de atención súper personalizada, por frío que parezca lo que diga, y quizá ese ha llevado a que mis relaciones post… fracasen y por eso hoy dejo que las cosas sigan su curso y la chica con la que esté, tendrá que entenderlo. Sé que es muy difícil, lo digo por experiencia, ninguna está dispuesta compartir, quizá suene egoísta, pero están en todo su derecho; es más, yo no sé que haría estando del otro lado, hoy podría decir que si, normal, ¿no?, porque es lo que estoy viviendo, no sé si me dejo entender… – estira su mano y toma la mía lentamente, hace algunos movimientos leves que me vuelven loco. ¿Realmente está prestando atención a lo que le digo? Lleva la cabeza gacha y mira nuestras manos juntas, no sé que estoy diciendo, me muero de ganas de besarla. No es necesario que lo haga, ella lo hace

 

No funciona.

 

Digas los que digas, hagas lo que hagas, dejes de hacer lo que dejes de hacer; así seas sincero, se acepte tu sinceridad y lo que eso conlleva…

 

 

… NO FUNCIONA …

 

 

Lo que considero lo peor que me han dicho en la vida:

“Nunca seré feliz contigo. Yo necesito a una persona que viva esas grandes experiencias por primera vez conmigo. Nunca seré feliz contigo”.

 


El pasado nos condena

Hoy estuve conversando con una amiga (12.05.09) y hablábamos sobre nuestras relaciones con los ex y la imposibilidad de llevar una relación con una persona que tiene hijos (realmente que tenga una ex eterna).

Conocí a Rampolla a través de ella, cuando estaba con Cejitas. Cejitas tiene dos hermosas hijas y una ex mujer. El entusiasta patológico tiene a Adrián y la ex enamorada, madre de su vasto.

Las dos parejas la pasaban bien juntos. Tardes de almuerzo en Cerro Azul, raspadilla de a china en Cañete y amanecidas lagrimosas en Café del Mar. Los Turbopótamos que suenan, las caipirinhas magníficas y sobrecargadas de limón; y puestas de sol luego de la borrachera. Mirada profunda en tu dormir.

Lindo, bello, hermoso… hasta que…

Sentado frente a mi notebook, no sé como afrontar el tema, la cabeza me da muchas vueltas al pensar en ello y no creo tener nada concreto, aún así, trataré de llegar a algo.

“Nunca seré feliz contigo. Yo necesito a una persona que vive esas grandes experiencias por primera vez conmigo. Nunca seré feliz contigo”.

Hoy Rampolla me dijo que era un egoísta al molestarme por esa maravillosa frase. Me molestó el hecho que me diga egoísta por molestarme por ello. No era la respuesta que esperaba, quizá traté de buscar una respuesta amigable y compasiva. Todo lo contrario. Yo era el egoísta.

Tienes que entender, quizás hemos sido críadas con mucho engreimiento, quizás otras chicas sí puedan, no lo sé. Lo mismo pasó con cejitas, no podía dejar de pensar en el momento que se encontraría con su ex, no importaba el tema ni nada, es solo el hecho de saber que ella existe y va a estar allí por siempre.

Me pregunto: ¿por qué cuidar la vida de la complejidad, cuando la piel es suave en el asiento del pasajero?


 

1º El paciente sufre de un efecto placebo

Tratamos de creer en lo que creeríamos si fuésemos diferentes. Y lo creemos, pero no somos diferentes.

 

2º El paciente sigue sufriendo de un efecto placebo

Intentamos crear a la persona ideal, comprensiva y atenta. Tratamos de sentirnos a gusto, hasta asegurar que nos divertimos y la pasamos bien.

 

3º El efecto placebo pierde fuerza pero no la batalla

Buscamos respuestas del por qué de la situación, como no antes había sucedido. Callamos.

 

4º La imaginería de los hechos

Los momentos nos llevan a recapitular los hechos, ¿y son estos hechos los que finalmente ganan la batalla? No. Es la imaginería dotada de nombre.

 

  El paciente entra en conflicto

Se da cuenta que no es ser lo que creyó ser. Piensa, analiza y disuelve.

 

6º La batalla de conflictos

Cuando descubre su verdadera naturaleza escondida en lo que creyó ser, se olvida de esto último y se muestra tal como realmente es, y no puede ser de otra manera.

 

7º No existe ganador

Solo disgustos, tristezas, llantos, remembranzas, intranquilidad y todo eso que ya saben.

 

8º ¿Por qué cuidar la vida de la complejidad, cuando la piel es suave en el asiento del pasajero?

La respuesta se la dejo a ustedes. Yo tengo la mía. Pensé compartirla, pero ahora veo que lo mejor es no hacerlo.

 



Este post no ha terminado.















Ahí te ves...

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